EMPRENDIMIENTO SOCIAL (I)
1.- Ante un mundo dividido e
n un sector dominante y otro marginado se puede seguir cultivando el individualismo: la desigualdad no tiene arreglo, forma parte de la estructura social, es natural… aceptémosla
2.- O no la aceptemos. Busquemos otras vías, como la denominada emprendimiento social, de la que hay ejemplos muy conocidos.
3.- A nosotros nos interesa esta pregunta concreta: ¿Qué puede hacer un educador/profesor en la vida cotidiana de su centro para abrir la vía para ocuparse de los que lo necesitan?
4.- No hace falta ni nueva asignatura ni modificar un curriculum, por otra parte imposible. Hace falta, primero, formarse para ello y, después, trasvasar la formación
5.- Habría que pensar en posibilidades para fomentar este debate en el marco de una sociedad desigualitaria: ¿Puede normalizarse la ayuda a la marginación sin que tenga el carácter extraordinario o de puesta en escena, sin que suene a “caridad por un día”?
6.- ¿Puede formarse a niños y adolescentes en la necesidad de mirar a los otros como un acto cotidiano?
7.- Todas estas preguntas (y muchas más) se esconden bajo ese paraguas del “emprendimiento social”. Sería lamentable que estuviéramos ante otra moda de esta sociedad blanda, volátil y enamorada de la imagen y las apariencias.
Comentarios